Facendera
"Mis amigos y yo habíamos debatido tanto sobre aquella historia que me la sabía de memoria. Casi todos coincidíamos en que ella se había aprovechado de él, pero eso no impedía que el relato nos resultase igual de interesante..."
"... Habíamos pasado mil colocones cuestionando la verosimilitud de la trama, y otros mil dándole vueltas a la desaparición de El de los piensos e imaginando qué le habría pasado. En cualquier caso, si mientras se lo contaba a Aguedita había algún detalle que no recordaba del todo, me lo inventaba disimuladamente intentando alterar lo menos posible la trama principal. Si no recordaba cómo estaba decorada exactamente una casa, describía la decoración de la casa de mis primos o de la de algún vecino, y así con todo. No pasa nada por adornar un poco los recuerdos hasta que el adorno y el recuerdo se acaben fundiendo. De la misma manera, si alguna escena de la historia del Dioni no se ajustaba del todo a mi situación personal o familiar, la adaptaba en la medida de lo posible a mi propio contexto, para que Aguedita no sospechase nada si en el futuro acababa conociendo a mi familia”.
Facendera, de Óscar García Sierra (Anagrama)
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